Somos seres sintientes.
En ocasiones vivimos situaciones donde la vida nos anima a desempeñar un papel sumamente importante: EL ACOMPAÑAMIENTO en procesos de duelo.
Me encuentro con consultantes inseguros y frustrados por no saber como acompañar a seres queridos, ya sean parejas, amigas, hij@s, familia y acuden en busca de consejos y pautas que pueda ayudarles a desarrollar esta ardua tarea.
En mi carrera como orientadora emocional, he tenido que aprender infinidad de formas de acompañar dado que cada persona somos un mundo infinito y desconocido. Cada cual posee diferentes formas de necesitar la compañía del otro y no siempre sabemos acertar con la herramienta adecuada.
No obstante, y como siempre digo, todo es cuestión de amor y coherencia y eso, nos refleja la oportunidad de trabajar con nosotras mismas con la finalidad de recordar que realmente, fuera del ego y de la necesidad de reconocimiento, somos capaces de escuchar incondicionalmente, intentando evitar dar consejos y opiniones que quizá, en ese momento, generan aún más desidia y desconcierto a quien acompañamos.
Saber escuchar es un arte, saber expresar en el momento adecuado y con las palabras adecuadas, otro arte y el arte estrella es, mantener el ego al margen y desempeñar un papel lo más neutro posible en beneficio de amb@s.
Os traslado de forma anónima, una conversación que he tenido recientemente, de alguien a quien quiero mucho y que me desprende una gran ternura, desde este mensaje os traslado a groso modo algunas pautas y consejos para saber acompañar a aquellas personas que son importantes para nosotras:
- Anónim@: -No se que hacer desde mi posición.
- Mi respuesta: – No debes hacer nada, sólo escuchar y respetar su proceso, sin intervenir, intenta comunicarle cosas positivas como «todo esta bien y todo irá bien» o «tranquil@ que estoy aquí junto a ti», «todo pasará». Si necesita estar sol@ o tranquil@ hay que dejarlo así. Puede ser que esté apátic@, desganad@ y triste, es su proceso y es natural que lo esté viviendo desde ese lugar, incluso beneficioso para que pueda entender que debe tomar decisiones. Recuerda que cuando estamos así, lo que realmente necesitamos es tener a alguien cerca que no nos suponga una presión mayor, que nos acompañe cuando lo necesitamos y que nos escuche sin juicios.
Intentar no involucrarse emocionalmente en el proceso ajeno es lo más complicado dado que en nuestro interior, deseamos que la otra persona este bien y todo fluya en armonía para asegurarnos nuestro lugar en la relación y a veces de esta forma pretendemos evitar enfrentarnos a lo que eso supone para nosotras mismas,es decir, huir de la gestión personal de entrega incondicional y sentimientos de frustración, de alguna manera esto supone una falta de realismo en las relaciones dado que, saber lidiar con los conflictos es una prueba constante en el día a día de cada persona.
Simplemente hay que responder como nos gustaría que lo hicieran con nosotras, es decir, respeto, escucha, y amor, mucho amor.