Nuestra mente, condicionada por pensamientos semilla, integrados desde la infancia, desde siempre, confundida y aletargada.
Nuestra mente a través de la cual nuestra realidad es fraccionada, incierta, desmembrada y fatua, nos miente.
Nuestra mente, pensamientos de arena y viejos fantasmas, que inundan y trasladan nuestro verdadero Ser a lo mundano y superficial.
Nuestra mente tan poderosa, con el potencial de un rio de aguas bravas, como el caudal de una fuente infinita de posibilidades y susceptible a la sencillez y a la belleza, de donde sacar el mejor de los frutos del aprendizaje. Capaz de crear realidades de extrema y amorosa virtud. Capaz de tantas y amorosas experiencias.
Nuestra vida la creamos desde nuestra mente, nuestros pensamientos y lo que hacemos con ellos.
Nuestra vida, malgastada en ocasiones por tantas creencias que limitan nuestra verdad y fustigan nuestra verdadera esencia…
La mente y la vida, pueden ser el mayor de los regalos, la mayor de las bendiciones y el recurso mas valioso y elevado del Ser que nutre nuestra Alma. Puede ser una piedra preciosa, un manjar para el corazón, un sensible y enorme recurso para crecer en Amor y en el verso infinito del sentir hacia la alegría y la compasión.
Podemos crear nuestra realidad de pensamientos constructivos, sin dañar, sin robar almas vulnerables, sin competir con la maldad del juicio y la decadencia, sin los excesos de corazones vacíos que buscan vivir la vida de otrxs para compensar su sufrimiento.
La vida es Bella, es un campo fértil con el que labrar pensamientos desapegados de necesidades superficiales, poder sembrar ideas de abundancia de cualidades divinas y de elevadas vibraciones, puedes convertirlo en campo de flores de colores, tantas como estrellas, de infinitos universos, pasajeros y transformadores, tantos como almas perdidas y somnolientas.
Atraer seres alados que llenen tu jardín, árboles de frutos jugosos y sanadores. Solo tienes que corregir tus condicionados y malheridos pensamientos que, sin saberlo, escribieron tu historia, una historia para un camino que puedes corregir, regar y sembrar con creencias de éxito y compasión.
Al final del camino, siempre estarás tu, no te olvides que solo tu eres el responsable de como vives tu vida.
No hay nada que debamos hacer nada más que desearlo de corazón, desear cuidarnos, cuidar nuestro corazón y tener el valor y la voluntad de cambiar lo que ya no nos hace dirigirnos a un final feliz, pleno y de un caudal amoroso ilimitado.
Así, la vida será la Vida y no lo que creemos que debe ser, con toda su impermanente realidad, aceptando y amando sin condición, pues así podemos ser plenos y dejar de llenar nuestros vacíos con deseos volátiles.
Podremos sentir, acariciar y pertenecer a otras vidas sin dejar de cultivar en nosotros la verdad a través de buenos y sanos hábitos mentales, sin perdernos, sin renunciarnos y sin malgastar nuestra energía en ser lo que no somos. Así SI se puede compartir , crear, vivir de la mano de otro ser, de otro trabajo, de otro hogar, pero nunca más abandonarnos a lo que no somos.